No me preocupa que Ramón Tamames vaya a cumplir 90 años porque su vanidad enorme ya la lleva a cuestas desde los 30... y esa sí que me preocupa, y mucho.

Lo desesperante es que la regeneración de España -que no es otra cosa que la recristianización de España- tenga por cabeza de lista al excomunista vanidoso Ramón Tamames.

Santiago Abascal debe decidirse: en política por el cristianismo y en economía por la propiedad privada, pero lo que no puede hacer nunca es el ridículo. Debe ser cristiano en política y liberal en economía. Sí, liberal, no socialista-patriota.

Y sí: su modelo es Giorgia Meloni. Insisto, antes que por sus ideas, porque Meloni tuvo claro que no podía ser un complemento de Salvini o de cualquier otro movimiento de la coalición. Tuvo claro que tenía que forjar su propio partido que, por cierto, en términos porcentuales ha conseguido menos votos que Vox en España. Pero Meloni jamás se vio como complemento de otro sino como líder. Fue el partido más votado de la coalición y fue primer ministro.

Abascal debe decidir, de una vez por todas, cuál es su ideario y no poner ese ideario en manos de terceros. Mucho menos del vanidoso Tamames.

No existen líderes transversales, sólo líderes incoherentes.