Toda la estrategia electoral de Moncloa ante el 23-J consiste en repetir que Vox es un partido ultra, machista, homófobo, xenófobo y posiblemente, fautor de la muerte de Manolete. Por tanto, si el PP le da los buenos días también es fascismo
Circula por la red este interesante análisis:
Es igual de qué canal de televisión se trate: "El político de extrema derecha Santiago Abascal", "El partido de extrema derecha VOX", "El PP y la extrema derecha han logrado pactar...", por supuesto, unido a mensajes apocalípticos que, básicamente, insinúan (cuando no afirman) que en breve las mujeres tendremos que volver a hacer el Servicio Social, los hombres tendrán luz verde para dar palizas a sus esposas, los homosexuales seremos enviados a terapia y chorradas por el estilo.
Qué nadie piense que se debe a una secuela de la idiocia que padecen la mayoría de los periodistas en nuestro país; no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que el Gobbels de turno, ha ordenado que cuando se mencione VOX o a sus dirigentes, se acompañe del sintagma nominal "extrema derecha".
Sin embargo, me llama mucho la atención que no ocurre lo mismo con el espectro político opuesto. Jamás escucho "El terrorista etarra Arnaldo Otegui", "la comunista Yolanda Díaz", "El partido de extrema izquierda Podemos", "la ministra de extrema izquierda Irene Montero" o "El partido etarra de extrema izquierda EH BILDU". Sinceramente, queda muy feo. Además recuerda a los discursos de Indalecio Prieto y Largo Caballero cuando hablaba de los fascistas, esto es, todos los que no opinaban o actuaban como ellos. No me extraña que las checas no dieran a basto torturando y ejecutando fascistas. También EGIN se dedicó durante mucho tiempo a señalar a los enemigos del pueblo vasco...
No se molesten, se lo agradecemos pero no es necesario; todos tenemos un cociente intelectual superior al de un anélido y no es necesario que nos sigan adoctrinando. Y además es muy cansino. Pongan mejor una diana en el portal de los domicilios de los dirigentes de VOX y así los defensores de la libertad, ya saben dónde actuar. Pregunten a sus socios etarras de extrema izquierda; es un método que fue muy empleado en Vascongadas y aunque la mayoría de los españoles lo ignoren, de vez en cuando lo siguen usando.
Pues bien, podríamos resumirlo así: toda la estrategia electoral de Moncloa ante el 23-J consiste en repetir que Vox es un partido ultra, machista, homófobo, xenófobo y posiblemente, fautor de la muerte de Manolete. Por tanto, si el PP le da los buenos días también es fascismo. La verdad es que no se sabe cómo, tras el 28-M, el PSOE insiste en la misma tesis -España debe estar plagado de fascistas- pero lo cierto es que esos presuntos fascistas dieron la mayoría al PP, el pasado 28-M.
Lo más vergonzoso que está ocurriendo en esta campaña es la degeneración del periodismo progre, mayoritario hoy en día, en el panorama informativo español, y su desvergonzado apoyo a las tesis, falsas, de La Moncloa.
Pedro Sánchez con Carlos Cue y Pepa Bueno en su entrevista de Lo País pic.twitter.com/hVw4zQyyD5
— DocHollyday7 (@DHollyday7) June 18, 2023
En pocas palabras, toda la estrategia de Sánchez, secundado por todo su ‘gulag' mediático: Vox es un partido ultra… y el PP también.
Lo que indica que Sánchez continúa radicalizado: el sí es un ultra-izquierdista, sobre todo, ultra-progre. Y como bagaje ideológico para unas elecciones generales… pues es resulta más pobre aún que el bagaje ideológico del tibio PP.