- Mejor no hacer predicciones.
- Pero, sobre todo, mejor no acogerse a lo políticamente correcto, porque la gente está muy desesperada y la desesperación es menos manipulable que en el aborregamiento.
- Y menos predecible.
Esto empieza a ser muy divertido. Yo ya me he equivocado tres veces en mis predicciones. En
Reino Unido pensé que el
Brexit perdería y ganó.
En
Colombia pensé que ganaría el acuerdo de paz del presidente
Santos… y perdió.
En
Estados Unidos, pensé que ganaría
Hillary Clinton, apoyada por todo el Nuevo Orden Mundial (NOM), por los
mercados financieros, por todos los medios… y ganó
Trump. No haré más predicciones, lo prometo.
Y es que los deprimidos apostantes por Hillary se han empleado en crucificar a Trump, ¿Y saben una cosa?
Trump no es una tragedia. En tal caso es un vodevil, aunque no sé si de buen gusto.
Trump
no es el monstruo que han querido enseñarnos la progresía de izquierdas y
también la de derechas. Es un barbián de taberna, al que ahora, cuando empieza su mandato, van a cortarle las alas o
no contará ni con el apoyo de los republicanos.
Pero recuerden: Trump habla claro. No habla bien, pero habla claro. Y por eso ha ganado.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com