- Lo uno es imposible sin lo otro. No son contradictorios sino complementarios.
- Para ser exactos, son la misma cosa.
- La tesis es ésta: la adoración al Santísimo cambia el mundo.
- Se multiplican las exposiciones y las adoraciones permanentes, pero no basta.
Lo dice un
sacerdote que atiende a los peregrinos de
Medjugorje y lo cuenta
Religión en Libertad:
La adoración eucarística está cambiando al mundo.
Y nos explica que antes, mucho antes, ya lo entendió
Teresa de Calcuta, mismamente el modelo de ONG cristiana: Ojo al dato: "
la Madre Teresa entendió esto claramente: todas sus obras de caridad fluyeron y se basaron en la Adoración de Jesús en el Santísimo Sacramento".
Y la razón resulta muy clara: "
Solo adorando a Cristo primero, sus hermanas pueden reconocerlo y servirlo en los más pobres y marginados". O sea, que la adoración y
la acción social van de la mano. No es que contemplación y acción sean complementarios: es que es la misma cosa.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com