Decía Juan Pablo II que la Iglesia es más mariana que petrina. Otro devoto de María, el Papa Francisco, creó, para el lunes posterior a Pentecostés, este año hoy, 24 de mayo, la Festividad de Madre de la Iglesia, que corre paralela al proyecto del quinto dogma mariano: María co-redentora. 

Por si fuera poco, hoy se celebra otro de los títulos de la Virgen, Auxilio de los Cristianos y la Festividad de la Virgen del Rocío, que, a pesar de algunas celebraciones superficiales que le rodean, continúa manteniendo el espíritu de romería mariana de antes. Y las romerías no son una cuestión baladí.

En cualquier caso, no es casualidad que el Papa Francisco creara esta festividad. Madre de la Iglesia es un título con siglos de historia pero no se había incardinado en el calendario litúrgico. Si el Papa lo ha hecho es porque comprende el protagonismo sin igual de la Madre de Dios justo en el momento en que vivimos la mayor crisis de la historia de la Iglesia, con el imperio de la Blasfemia contra el Espíritu Santo y una tribulación que evoca las famosa pregunta evangélica: “cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.

La salvación está en María, piensa Francisco y se ha abandonado en sus manos. Hay que tener mucho valor para hacer eso.