- BCE, repitan conmigo: endeudarse siempre es malo.
- El Banco Central Europeo se dedica a comprar deuda corporativa.
- Con ello, está gestando la próxima crisis por tres vías.
- Contribuyendo a la devaluación de toda la economía mundial al crear más dinero.
- Animando a las empresas a apalancarse más.
- Llevando a los bancos a la quiebra.
- Y sólo los necios se alegran cuando un banco entra en crisis.
- Porque cuando un banco entra en crisis eres tú el que entra en crisis.
Los malos se reúnen en
Jackson Hole. Los malos son los gobernadores de los
bancos centrales, que son algo así como los jinetes negros, los grandes reyes antiguos corrompidos por los anillos de poder, que ahora sirven a
Sauron, Señor del mal.
La
Reserva Federal, con
Janet Yellen a la cabeza, el
Banco Central Europeo (con
Mario Draghi como abanderado), así como sus colegas del
Banco de China, Japón, Inglaterra, etc., nos llevan al desastre por tres vías que confluirán en la próxima crisis.
1. Por la habitual:
producir dinero. El dinero no es sino un instrumento para el intercambio de bienes y servicios.
Por tanto, lo suyo es que sea una variable constante: si aumento el
PIB mundial, así debe aumentar la masa monetaria.
Tras décadas de
sofismas económicos esto se ha puesto en duda. Pero por eso, porque nos ha dado por el sofisma y por la grieta en la democracia que constituyen las actuales figuras de gobernadores de bancos centrales, quienes sólo responden ante sí y ante la historia. Por eso tienden a cargarse la historia… mayormente.
2. Por la vía del macabro invento de la compra de
deuda corporativa. En el siglo XXI, apenas quedan empresas que inviertan con
fondos propios. Todas invierten con deuda. ¿Por qué? Porque todas quieren hacerse grandes muy rápido.
Ahora bien, resulta que
endeudarse es malo, incluso para invertir. Lo bueno es la olvidada práctica e invertir con
fondos propios.
En consecuencia, estamos volviendo a empresas hiper-apalancadas, que es el nivel previo al de empresa ruinosa. Reparen ustedes, un ejemplo entre mil, en la evolución del sector constructor español a costa de su
apalancamiento.
3. Antaño -¡qué tiempos aquéllos!-, los bancos centrales velaban por la
solvencia de la
banca privada. Ahora lo que hacen Draghi y compañía es competir con sus supervisados, algo que no se le ocurre ni al que asó la manteca.
En efecto,
con tipos cero no hay negocio bancario posible. Entonces, los bancos se dieron a la
banca corporativa. A prestarle a
Iberdrola, para entendernos. Pero si el
BCE le compra a Iberdrola (en el mercado primario o en el secundario, me es igual) sus emisiones de
títulos, el señor
Ignacio Galán no tendrá dudas sobre cuál es el camino a elegir: el más fácil, el del BCE.
Por tanto, el supuesto salvador de los
bancos privados se dedica a destrozarlos.
El panorama de una
quiebra bancaria puede resultar gratificante pero recuerden: sólo los necios se alegran cuando un banco entra en crisis.
Porque cuando un banco quiebra, el quebrado eres tú.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com