- PP-Ciudadanos: pacto sin valores para una nueva legislatura.
- O con los anti-valores de la progresía, si lo prefieren.
- En cualquier caso, el pacto PP-Ciudadanos es… cristófobo.
- Y en el PP ya ni se preocupan en ocultarlo.
- Y todavía hay cristianos tontos que se empeñan en aferrarse a un partido dedicado a darles de bofetadas.
- ¡Delenda est PP!
- Por cierto, el tontón de Rivera se ha convertido en la coartada centralista del PP.
He de reconocer que hasta Albert Rivera puede dar en la diana, de vez en vez. Por ejemplo, su exigencia de reducir el número de mandatos. Eso es maravilloso, la medida más eficaz contra la corrupción: señor mío ya puede ser usted Felipe González (estuvo 13), ya puede usted ganar todas las elecciones que a los ocho años se marcha de Moncloa, como ocurre en casi toda América, no sólo en EEUU. Ya conocen la tesis de Hispanidad: si el poder absoluto corrompe absolutamente, el poder permanente corrompe de forma permanente. El gobernante adquiere un aura de impunidad que le imposibilita para el sentido común y, sobre todo, para la autoridad compasiva, para la autoridad que no es poder. A algunos les sucede eso a las ocho semanas, no a los ocho años pero confiemos en el ser humano. Pero el resto de líneas rojas de Rivera a Rajoy (en la imagen) constituyen una mezcla de centralismo jacobino y de progresismo de derechas que acaban siempre en lo mismo: una regeneración falsa de la vida pública que, encima, resulta injusta. Ejemplo: ¿Por qué ha de dimitir de su cargo un imputado o investigado si puede resultar inocente? Debe dimitir cuando es condenado. Por ejemplo, Rita Maestre, condenada por profanar la Eucaristía en una capilla… que naturalmente no sido atendida por su partido… porque para eso Podemos ya sólo se guía por la justicia revolucionaria. Y el tontón de Rivera ni se da cuenta de que está sirviendo de coartada a Rajoy para dos cosas: hacer limpieza en su partido y ahondar en el centralismo sin que parezca que es cosa suya: es Ciudadanos, que me obliga a hacerlo. Los chicos de C's son un poco lelos. En sentido opuesto: ¿han oído ustedes a Rajoy o a Rivera pedir el cese de Rita Maestre como concejal portavoz del Ayuntamiento de Madrid? ¿Verdad que no? ¿Para qué? Los ofendidos eran los católicos, que se fastidien. Conclusión, si observan las condiciones sobre la que se firma el pacto de investidura -que sospecho no acabará en pacto de legislatura sino en Gobierno de coalición- entre PP y Ciudadanos, observarán que cualquier tipo de principio ha sido convenientemente orillado. Sobre todo el derecho a la vida, o la protección de esa célula de resistencia a la opresión que es la familia. De libertad de enseñanza mejor no hablar y si hablamos de bien común la defensa de lo pequeño, también la micropyme brilla por su ausencia. De hecho, el bien común consiste principalmente en eso: en proteger al pequeño frente al grande, también en el terreno económico. Lo de reformar la Constitución para luchar contra los nacionalismos está bien, pero da de sí lo que da de sí y poco más. Eso no es Estado de Derecho, sólo es hablar del tamaño del Estado. Conclusión: los católicos hemos sido expulsados de la vida pública española. Por lo demás, es 15 de agosto y todo esa en orden. ¿Y saben lo peor de todo? Que, a estas alturas de la película, en el PP ya ni se preocupan en ocultarlo. Y todavía hay cristianos tontos que se empeñan en aferrarse a un partido dedicado a darles de bofetadas. ¡Delenda est PP! Eulogio López eulogio@hispanidad.com