- ¿Por qué será que su asesinato me recuerda al de John Kennedy?
- Y es que el Brexit iba ganando atenta contra la globalización.
- Y la globalización es una de las obras maestras del Nuevo Orden Mundial (NOM).
- En resumen, Reino Unido no puede marcharse de Bruselas.
- Y el tonto de Cameron pagará por esto.
- Una apuesta: creo que ganarán los partidarios de que Reino Unido permanezca en la UE.
Yo creo en las casualidades pero
no en las coincidencias. Por eso, con todo respeto, sospecho que la muerte la diputada laborista
Jo Cox, a manos del presunto chiflado
Thomas Mair, una semana antes de referéndum, Brexit presenta una serie de interrogantes (observen lo fino que me he vuelto).
Es sólo una hipótesis claro, pero cosas peores se han visto cuando se trata de enfrentarse al
Nuevo Orden Mundial (NOM).
El tontorrón de
David Camerón, exponente del Hombre-NOM, es decir, progre-capitalista, todo un 'snob' inglés, se engolosinó, tras Escocia, con la cosa de los referendos y
planteó un órdago a Bruselas. Pero le salió mal. Pensó que iba a meterle la mano en la cartera a sus socios europeos pero no contaba con que los ingleses se creyeran su propaganda antieuropea
y cambiaran el sentido de su voto hacia el espléndido asilamiento. Porque, claro, eso rompía con las consignas NOM, la globalización, y con el
objetivo último: crear un gobierno mundial con una
filosofía claramente humanista y anticristiana. A lo mejor, no por ese orden.
Y entonces pasa lo siguiente: entra en acción un perturbado (condición utilísima para desviar la atención, con la utilización a un tipo extraordinariamente manipulable), de nombre Thomas Mair. El susodicho
asesina a una diputada laborista, partidaria de la integración. De inmediato, según algunos medios británicos, el brexit deja de ser el favorito demoscópico de la consulta, mientras
Cameron se rasga las vestiduras por la víctima y suspende una campaña que en nada le favorecía.
El mensaje lanzado por el asesinato es claro: ¿Va usted a votar a estos
miserables que pretenden abandonar la UE? Son los mismos que, al grito de "mueran los traidores" asesinan a diputadas reconocidas por su amor a los más necesitados? ¿A esos va a usted a votar?
Suena todo muy rarote. Preguntas:
- ¿Una semana antes?
- Nuestro asesino no está riñendo con la víctima sino con un tercero.
- Y, miren por dónde, dispara contra la diputada, que solo pretendía separarle.
- Diputada que es laborista, partidaria de la permanencia en la Unión Europea y lo hace con un grito de guerra electoral.
- Y encima, diputada querida por los suyos y respetada por los otros, por sus actividades filantrópicas.
- Era un loco, claro, y entonces entramos en el inextricable mundo de la desviación patológica. Olvidando que los locos pueden ser buenos o malos y el acceso de demencia no significa ir por ahí perpetrando homicidios con armas.
- Y último. No me extrañaría que don Thomas acabara asesinado por un matón en cualquier traslado policial.
En definitiva, que suena muy raro.
Me recuerda demasiado a los asesinatos de los hermanos John y Robert Kennedy, especialmente al primero.
¿Teoría de la conspiración? Hombre, yo
más bien acusaría a los negadores apriorísticos de tal teoría de cinismo, en el caso de que el jueves se produzca un vuelco y ganen los partidarios de la integración -algo perfectamente posible-, toda vez que perdían en las encuestas por
siete puntos, minutos antes del magnicidio de la diputada
Cox.
Vamos, que suena raro… porque yo creo en las casualidades pero las coincidencias siempre tienen un porqué.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com