Lo publica AICA. el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud y obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey OSA, envió un mensaje a la comunidad en el que expresó: “Jesús es nuestro alivio y consuelo, es el que sabe mirar de verdad y en verdad, la humanidad herida, sin descartar a nadie y entregándose con su propia vida”.
Citando el mensaje del papa Francisco, que dice a los enfermos que ellos “cansados y agobiados, son los que atraen la mirada y el corazón de Jesús”, les dijo que “en Él se encuentra la fuerza y la luz para esos momentos de la ‘noche’ del cuerpo y del espíritu”. Les recordó que la Iglesia quiere ofrecerles a los enfermos “la casa donde encontrarán a quienes les ayuden a llevar la cruz y curar las heridas convirtiéndolas en ‘claraboyas’ por las que se puede ver el horizonte, más allá de la enfermedad”.
Los voluntarios de la pastoral de la salud deben ser “descanso y consuelo para los demás hermanos con actitud mansa y humilde, a imitación del Maestro”, dijo el prelado, porque “siempre está primero la persona y luego su enfermedad por lo que nuestras acciones deben tener ‘constantemente presente la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible’”.
En este sentido, destacó que “la vida es sagrada y pertenece a Dios, por lo tanto, es inviolable y no se puede disponer de ella: la vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que inicia hasta que termina”.