Sr. Director:
No hay nada más que una salida: CONVERSION PERSONAL. La sociedad está compuesta por seres individuales. Si cada uno de nosotros que tanto nos lamentamos se convirtiera, se formaría una nueva sociedad. Teníamos una sociedad pacifica, próspera, fraterna, por supuesto que nada humano es perfecto, pero entre la mayoría de aquellos ciudadanos entre los que me incluyo, había concordancia. Habíamos recibido desde niños unos valores cristianos, que son los que nos hacen más humanos y fraternos. Pero el Mal, es decir Satanás, dice todo lo contrario para justificar esta perversa sociedad diciendo que Franco era un dictador que tenía esclavizado al pueblo, que no había libertad. Como yo nací en 1936 y he vivido aquellos tiempos, ves como estos tiranos que nos gobiernan, para justificar su despotismo, todo lo dicen al revés, todo es mentira. Yo nunca tuve ningún problema, iba y venía, entraba y salía, etc. Nunca nadie me puso ningún impedimento. Y si hablamos de lo económico, la mentira ya es colosal, ¿Sabían Vds. Que Franco construyo más de cuatro millones de viviendas protegidas para la gente humilde, que con un alquiler asequible a cualquier trabajador y que con esa renta al final la vivienda pasaba a propiedad del inquilino? Pues en una vivienda de esas viví yo con mis padres. ¿Sabían Vds. que si el trabajador no era despedido a los 6 meses, le hacían fijo? Se constituyo la Seguridad Social, y las pagas extraordinarias, las ayudas que recibía la familia, etc. etc. Pues a pesar de aquella sociedad pacífica y próspera, con informaciones falsas, hasta en el Vaticano veían mal a Franco porque decían que no había libertad, que era un dictador.
Asombroso pero cierto: con el apoyo de muchos miembros de la Jerarquía Católica, obispos, sacerdotes, religiosos, etc. triunfó la mentira sobre la verdad, y estamos viviendo en una sociedad tenebrosa, con temor, nadie sabe como puede terminar esto. Pues la solución que nunca será perfecta, es volver a que España recupere los valores cristianos y la Iglesia Católica que está mundanizada y desacralizada, recupere lo sagrado, lo divino, lo trascendente. Yo no veo otra solución, pero creo que si hay un líder que mueva esta sociedad, volverá a recuperar sus valores cristianos que hicieron de ella una Gran Nación. Conversión personal, grano a grano se llena el granero.