Sr. Director:
El testimonio del padre Jacques Hamel, asesinado en su parroquia en la celebración de la eucaristía, no es solo una lección de valentía frente a la barbarie.
El legado que nos ha dejado este sacerdote francés interpela nuestra conciencia y nos ayuda a entender el fundamento de la unidad entre los hombres, de la paz basada en la justicia y el perdón.
Me parece muy conveniente enfatizar al tiempo que recordar, dada la importancia en estos momentos, que la vida y la muerte del padre Hamel se convierten en aliciente para nuestra esperanza personal y para construir el futuro de Europa.
Domingo Martínez
Las empresas familiares se rompen. Del Pino fue el pionero, los Botín y los Entrecanales, los próximos
13/12/24 16:58