Sr. Director:
Ha tocado a su fin la Presidencia de Barack Obama, que llegó a la Casa Blanca apoyado por un gran deseo de renovación.
Al final de su segundo mandato hay sin duda algunos logros. La política de apertura con Cuba y su empeño en conseguir un sistema sanitario más justo, son dos ejemplos claros.
Pero el balance final no es positivo. El país está más enfrentado que hace ocho años y hay mayor desencanto hacia la política. El triunfo de Trump no se explica sin la incapacidad de la clase política y del Presidente para entender la situación real de los estadounidenses.
En política exterior las expectativas eran demasiado altas. El premio Nobel que se le concedió fue sin duda prematuro, nadie se ha vuelto a recordar de él. Quiso volcarse en el Pacífico pero ha tenido una agenda en Oriente Próximo y en Rusia que ha manejado con dificultad. Ciertos apriorismos ideológicos le impidieron entender lo que estaba sucediendo con las primaveras árabes.
Los errores cometidos en Siria e Irak son similares sino peores a los que cometió su predecesor Bush.
José Morales
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00