Sr. Director: Algunos políticos catalanes nos venden a los ciudadanos que romper con el resto de España no tendrá costes y sólo traerá pingües beneficios. Me da la impresión que la realidad es algo diferente. Por ejemplo, en mi provincia, Lérida, las empresas venden más de 2.000 millones de euros anuales al resto de España, siete veces más que a Francia y quince veces más que a Alemania. No hace falta ser un experto para darse cuenta de lo que representaría romper con el mercado español. Si una caída de solo el 2% de ventas por el veto ruso ha supuesto una auténtica pesadilla para muchas empresas leridanas, poner en riesgo el mercado donde se vende más del 50% comportaría consecuencias inasumibles para las empresas y el empleo de muchos leridanos. Una mínima dosis de realismo sería muy saludable en el debate político catalán. Antonio Sanz