Ha entrado en el Congreso
"una casta muy extraña",
de cabellos a lo afro,
y niño de pecho al brazo.
Hablan de lucha de clases,
y otros términos pasados
de moda, hace un siglo, ya largo.
La compaña que a su lado llevan,
no ha dado al agua un palo.
Recurren a sus abuelos, y abuelas,
para sentirse cabreados
como gran argumentario.
Sus mamas y papas
carrera les han dado,
y visten de forma hortera,
más de marca son sus paños,
engañando a buenos he incautos,
y seguir ellos viviendo,
tal la casta que denigran,
sin dar al agua un palo.
Y a los demás que son mayoría
en votos y en escaños,
no les tiene lo que para sí exigen,
respeto, siendo ellos maleducados,
y estando siempre cabreados.
J. R. Pablos
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11/12/24 06:59