Sr. Director:
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña puede complicar el futuro de Artur Mas.
En varios autos para argumentar la admisión de las querellas por el 9-N, los jueces aprecian indicios de un delito de desobediencia por no acatar la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional, así como probables de prevaricación y malversación de caudales públicos, en función del resultado de la instrucción. El Tribunal constata que se siguió con los preparativos, la publicidad institucional, los actos administrativos y las votaciones en edificios públicos. Hay una causa sólida y la Justicia debe imponer el imperio de la Ley sobre quien ha pretendido burlarla.
José Morales