Sr. Director:
El número de contagios y el porcentaje de ingresos por coronavirus no hace más que aumentar en las últimas semanas. Incluso Fernando Simón ha reconocido que la epidemia está fuera de control, aunque haya aprovechado para lanzar balones fuera y apuntar veladamente a algunas comunidades autónomas.
Ante este panorama desolador, y con un Gobierno que ha dado sobradas muestras de inoperancia en la gestión durante meses, el horizonte de septiembre se presenta más que incierto.
Septiembre es, además de inicio de otoño, sinónimo de vuelta al cole y la comunidad educativa anda inquieta con razón, ante la falta total de liderazgo de la ministra Celáa y la inexistencia de un plan claro que permita manejar con criterio la inevitable incertidumbre. Las Comunidades Autónomas apuran por su cuenta y riesgo planes que parecen apuntar, en la mayoría de los casos, hacia la necesidad de una docencia semipresencial.
Ahora bien, reconociendo la gravedad de la situación, no basta con denunciarla y luego mirar para otro lado, como si con la queja fuera suficiente y cada uno de nosotros nada pudiera hacer ante el desbarajuste.