Sr. Director:
A raíz del denunciado y renunciado máster de la Cifuentes, afloran los tejemanejes de algunos políticos para rellenar sus currículos.
Según lo visto, parece que estamos ante dos tipos de falsedades: una, la de quien añade a su currículum un título que no tiene; y otra, la del que sí lo tiene, pero el engaño radica en el modo en cómo lo obtuvo, porque se le concedió «por ser vos quien sois».
La diferencia entre ambas imposturas se manifiesta en la dificultad que ofrecen para detectarlas: mientras que descubrir la primera resulta bastante fácil tras una simple investigación, sin embargo en la segunda, al encontrarnos ante titulaciones que en realidad existen y el político las ha obtenido, no es tan fácil destapar la falsedad en su adquisición.
Esta segunda sería la del máster Cristina Cifuentes; y de ahí su firmeza en defenderlo. Otra diferencia entre ambos tipos de falsedades podría radicar en el distinto grado de responsabilidad en el engaño atribuible a los políticos en uno y otro supuesto... ¿Quién es más culpable: quien se apunta por el morro un título que carece, o quien sí lo ha obtenido, pero también por el morro?