Sr. Director:Se nos fue, se nos fue definitivamente esa Paloma vibrante y vitalista.Se nos fue a esas instancias superiores del Cielo. Se nos fue al Vaticano Eterno, al Paraíso; y allí estará gozando de la perpetua dicha, estará gozando de Dios. De ese Dios infinito al que, con amor y compromiso, trataba cada día. Paloma Gómez Borrero vivía animada por un intenso entusiasmo.Ni el paso del calendario, ni la monotonía que acecha siempre a la costumbre, le causaban la más mínima rebaja en ese vital entusiasmo, y no sólo en el trabajo diario, sino en todo.Es difícil encontrar a una persona como ella que siempre estaba risueña, que se encontraba de manera permanente dispuesta a ayudar en lo personal o en lo profesional, y que era capaz de describir lo que sucedía a su alrededor, añadiéndole un matiz pintoresco, un tono humorístico, un enfoque original.Vivía como si fuera el último día; y trabajaba como si fuera el primero y tuviera que hacer méritos ante los superiores. Esa alegría de vivir iba siempre acompañada de una generosidad que siempre asombraba.Paloma Gómez Borrero sabía vivir humanamente las realidades divinas y sabía vivir a lo divino las realidades humanas. En su vida sabía entretejer a la perfección el cariño y la laboriosidad. Sus relaciones humanas las endulzaba hasta convertirlas en un diálogo de amor y ternura. La repentina e inesperada muerte de Paloma, a los 82 años, por una fulminante enfermedad, ha dejado desolados a sus compañeros y amigos.La periodista no hacía distinciones a la hora de regalar su amistad; y toda esa gente la recordará siempre por su generosidad, su bondad y una rica y prolífera carrera profesional. En ella muchas cosas fueron envidiables. Fue la primera corresponsal en el extranjero y posteriormente se especializó como periodista del Vaticano.Muchos rostros conocidos se han acercado a despedirla. Hasta allí han acudido compañeros de profesión como Mª Teresa Campos, Inés Ballester o Nieves Herrero. Todos han coincidido en que era una "gran amiga" con un carácter "generoso y bondadoso". Descanse en paz la entusiasta y vibrante Paloma. Esa Paloma que durante tantos años nos ha enseñado con su vida el insondable misterio de vivir el amor con alegría y de vivir de una manera sencilla y convincente las cosas de Dios y las cosas de los hombres.Rafael Gutiérrez
La sorprendente historia de Sor Patrocinio
Lo más leído