Sr. Director: Los híbridos animal-humanos están siendo creados en laboratorios por la ciencia empírica que cree que todo lo que puede hacerse, debe hacerse con el fin de conseguir un mayor dominio sobre lo creado. Y es así como poco a poco se van transgrediendo las leyes de la naturaleza que Dios dispuso para el buen funcionamiento del equilibrio planetario. Pero no contentos con alterar nuestra comida para enfermarnos y propiciar la esterilidad reproductiva, ahora manipulan especies del mundo animal como los mosquitos transgénicos a manos del falso benefactor Bill Gates, supuestamente para erradicar el dengue, pero con la intención oculta de hacer proliferar una enfermedad peor que ataca a los niños en desarrollo creándoles microcefalia. Esos científicos, que en su soberbia se creen más que Dios, pretenden organizar el mundo genético molecular a su antojo, y muchas veces en perjuicio del hombre como sucede en los organismos transgénicos alimentarios en los que se introducen genes ajenos al código genético natural de las especies a las que se transforma, con consecuencias gravísimas a largo plazo, pues, es el ADN humano del que consume dichos alimentos modificados el que va a ser agredido de forma irreversible, acentuándose con el paso de las generaciones. Esto se verifica porque el epicentro de la epidemia se originó en la zona en la que se comenzaron a liberar millones de estos insectos transgénicos para el horror de la población brasileña y de otros países del entorno a los que se les ha recomendado que las mujeres no se queden embarazadas o que puedan someterse a un aborto en el caso de que den positivo en el virus Zica. Pero a Dios no se le escapan los propósitos de los poderosos que dirigen el mundo desde las sombras, terroristas intelectuales, eugenistas y amantes de reducir la población mundial a toda costa. El mismo Bill Gates en una conferencia TED admitió que se buscaba la reducción poblacional a través de las vacunas. Ya en la India, el Chad, Pakistán se han de deunciado a asociaciones de salud financiadas por él. Un ejemplo es  GAVI, institución fuertemente financiada por la Fundación Gates que fue culpada de la muerte de 10.000 niños en Pakistán por administrar sus vacunas contra la polio. Alterar el plan de Dios para las especies de la biosfera no es competencia del hombre pues El que las creó sabe mejor que nadie qué le es propio a cada una y su aportación única a la gran familia del planeta. Romper la armonía establecida por Él atreviéndose a cambiar la configuración cromosómica de los seres vivos desemboca en un desequilibrio sin precedentes que puede traer consecuencias catastróficas a nuestros descendientes. María Ferraz