Sr. Director:
Los cristianos de medio Oriente, presentes en la zona desde mucho antes de la llegada del Islam, comenzaron a ser percibidos como elementos extraños tras la I Guerra Mundial, y han sufrido reiterados episodios de cruel persecución, entre otras la masacre de armenios por los turcos.
Occidente, con frecuencia ha mirado para otro lado. Es muy significativo que el Papa haya nombrado doctor de la Iglesia a san Gregorio de Narek, un monje armenio que vivió en torno al año 1000.
La Iglesia católica, como decía Juan Pablo II, respira con dos pulmones, el occidental y el oriental. Reconocer esta evidencia y aprender a valorar ese legado permitirá mirar la realidad con nuevos ojos.
Es duro contemplar como seres humanos, en pleno siglo XXI, son masacrados por el mero hecho de ser cristianos.
Jesús Domingo Martínez
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00