Sr. Director:
Una diabólica persecución contra los sacerdotes pretende atacarlos con la más satánica de las mentiras: acusarles de abuso de menores para chantajearlos.
Si no ceden a las presiones de los chantajistas se los denuncia de pederastia con lo que el mal terrible ya está hecho y la víctima ya está condenada siendo completamente inocente y no poder defenderse de una acusación imposible de demostrar porque la víctima es inocente.
Este sacrílego chantaje está apoyado por la opinión internacional de algunos organismos internacionales que con la finalidad de desprestigiar, calumniar y demonizar a la Iglesia Católica luchan con toda clase de mentiras, y atrocidades para identificar a muchos sacerdotes católicos con la pederastia. Lo cual es puro terrorismo infernal.
En este contexto chantajista resulta reveladora por sorprendente la medida del Papa Francisco de degradar a los obispos que no tomen medidas contra los sacerdotes acusados de pederastia, ¿y si no los son? ¿Quién les limpia la imagen al sacerdote chantajeado?
A ninguna institución se les acusa de pederastia generalizada sólo a la Iglesia Católica, es la prueba más evidente de que el chantaje continuo contra los sacerdotes es una mentira oficial aireada por muchos medios de comunicación claramente masónicos y anticatólicos, sin más pruebas que las denuncias de chantajistas.
Fidel García Martínez
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14/12/24 07:00