Sr. Director:

A la caída de la natalidad se suma el elevado coste de ofrecer recursos públicos de calidad en lugares con baja población. Desde una visión en exceso optimista, los partidos políticos suelen presentar grandes soluciones que pasan por la transición ecológica o fomentar que las familias migrantes se instalen en el campo. O puede que en un día no muy lejano el teletrabajo contribuya a llenar de nuevo los pueblos, pero por el momento el campo no puede esperar. De las ayudas a las familias a un debate serio sobre distribución equitativa de las inversiones públicas, pasando por un consumo más solidario con los productores locales, hay ya muchas medidas, que no van a resolver el problema, pero sí podrían paliar la situación. Y sobre todo, que se podrían aplicar ahora mismo. Es cuestión de voluntad.

 

 

Domingo Martínez