Sr. Director:
Con la ley de transparencia, cualquiera se puede enterar de lo que oficialmente cobran los alcaldes.
Con las hemerotecas a mano, el mismo cualquiera puede recordar lo que, en campaña electoral, decían los candidatos que iban a cobrar. Y las cuentas empiezan a no cuadrar o a cuadrar por el lado oscuro. Es lo que tiene de cuento la transparencia y lo que tienen de peligro las hemerotecas.
Entre lo que dijeron que iban a cobrar, lo que realmente cobran, lo que se gastan en donaciones, lo que se ahorran con eso de los coches, los despachos, los teléfonos, las dietas y las comidas y la cosa de la transparencia, la verdad es que nos enteramos de poco. Y es que, como son tan transparentes, a veces, ni se les ve.
Las cuentas empiezan a no cuadrar porque algunos de los individuos e individuas con la vara de mando se han pasado varios pueblos, pueblos que llegan hasta doblar la cifra prometida en campaña.
Pedro García
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00