Íñigo Fernández de Mesa, secretario de Estado de Economía, asegura que está muy tranquilo: en 2016 la deuda española empezará a remitir.

Mientras decía esto, en un encuentro con periodistas, se hacía público que la deuda pública española había vuelto a subir hasta el 98,1% del PIB, superando el billón de euros. Es más, si no se hubieran incluido el negocio de la prostitución y otras lindezas en el PIB, el cociente ya habría superado el 100 por 100.

Es verdad que el PP ha conseguido controlar el déficit público pero lo ha hecho con una elevación de la deuda de lo más peligroso, que exige emitir más deuda para pagar deuda. Al final, ¿qué generación pagará nuestra deuda actual? ¿Nuestros hijos y nuestros nietos?

El problema de la deuda sólo se acaba con una reducción de las prestaciones públicas. Peor de eso nadie quiere hablar.

Hispanidad

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