Para un occidental puede resultar triste, pero lo cierto es que sobre Siria, Moscú casi siempre acierta, mientras Washington siempre mete la pata. En su último comunicado oficial, Moscú vuelve a insistir en el gran error de Barack Obama de pretender la existencia de una oposición democrática al régimen sirio de Bashar Al Asad. Y Rusia insiste, claro está, en que la tal oposición, que supuestamente defiende Alepo del pérfido régimen de Damasco, no es más que un invento de Al Nusra, es decir, de Al Qaeda, los chicos del muerto Bin Laden. Lo que ocurre es que Obama es muy soberbio, y no está dispuesto a reconocer su error de atacar al régimen de Damasco, que, con todos sus defectos, permitía el derecho fundamental a la libertad religiosa. Hispanidad redaccion@hispanidad.com