Como todos preferimos la salud a la seguridad y a la libertad, y lo público a lo privado (así nos va), resulta que Cristóbal Montoro reducirá los pagos en metálico (el máximo) de 2.500 euros a 1.000. Si quieres comprar algo que valga 1.001 euros tienes que recurrir a la tarjeta de crédito (en el futuro al móvil). ¿Y eso qué significa? Pues que vas a estar más controlado dado que todo lo que sea pago, u operación electrónica deja constancia en la nube y alguien puede encontrarlo. Se dirá que sólo es una cuestión de dinero y que la intimidad y la privacidad no se basan sólo en el dinero pero el rastro que deja puede permitir conocer la intimidad del más discreto. En cualquier caso, sacrificamos la eficiencia fiscal a la libertad individual. ¿Es eso justo? Y sobre todo, ¿resulta inteligente? Hispanidad redaccion@hispanidad.com