Reforma de enjuiciamiento civil y criminal, ley del tercer Sector y del voluntariado. Tiene prisa el Ejecutivo Rajoy por aprobar muchas normas en el tramo final de la última legislatura en la que contará con mayoría absoluta, si es que no acaba fuera de la Moncloa.
Cajón de sastre de normas tras la reforma del aborto, donde el marianismo ha mostrado toda su repugnancia, que es mucha.
Enjuiciamiento Civil y criminal. Lo más importante, que se acortan los tiempos para juzgar. Es decir, que los jueces trabajarán más y, en resumen, que menos garantismos y más celeridad a la hora de dictar sentencias, porque la justicia lenta no es justicia.
Ya no habrá imputados sino investigados y encausados. Medida lógica, porque lo de imputado suena fatal. Ahora los partidos tendrán que determinar en qué momento procesal deben cesar sus cargos públicos acusados de corrupción.
También se perseguirá la pena de telediario, que tiene que ver con la lentitud pero también con los profesionales del insulto, esos señores que aparecen a las 8 de la mañana en un juzgado para mentarle la madre a un político empresario o a lo que se tercie. Cada día somos más los que sospechamos que los injuriadores profesionales están ahí porque alguien les paga por injuriar.
La reforma más débil, pero la que más vende Rajoy en campaña: la de la protección de la familia, que el PP ha convertido en una auténtica burla. Para el PP, su sentido social se circunscribe a la gran mentira de las mujeres maltratadas y la tomadura de pelo de los delitos de odio. Naturalmente no de odio a la religión sino por homofobia o machismo, que eso sí es grave para nuestra derecha progre.
¿Y la familia? A la familia que la zurzan.
Hispanidad
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La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00