En el mundo verde (o sea, ecologista) que intentan imponernos por todos lados no es oro todo lo que reluce, pues también tiene peligros. Buena prueba de ello son los patinetes eléctricos, que ya han dejado 203 peatones atropellados en los once primeros meses del año en 44 ciudades españolas. Pero no sólo eso, estos vehículos, que de inofensivos tienen más bien poco (ya han provocado muertes, que se han ocultado), también se han visto implicados en 273 accidentes.

Por todo ello el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, considera que se necesita una urgente regulación (es cierto, que la DGT ya planea regular los patinetes para establecer por dónde pueden circular y su velocidad máxima), sobre todo, un componente sancionador. Ya saben, como dice el refranero español, la letra con sangre entra. Además, ha pedido a todas las policías locales que esmeren la investigación de los atropellos causados por patinetes y ciclistas.