Nunca se habría atrevido hacerlo con Botín
Feo, feísimo. El presidente del Grupo Mondragón, José María Aldecoa estaba acabando su discurso cuando llega al sarao el presidente Zapatero que iba a clausurar las jornadas de empresas de economía social. En lugar de pasarle un papelito discreto pidiendo que fuera terminando han abierto las puertas para que entren las cámaras y graben la entrada del presidente. Rumores y follón en la sala mientras el pobre Aldecoa intenta terminar su discurso. Muy poco elegante. Y hablamos de Mondragón, una de las 10 mayores empresas de España y una de las 150 empresas europeas más importantes. Zapatero jamás habría tenido este gesto descortés con Botín. Por ejemplo.