Sería su desmarque definitivo de ETA cara a las Generales

El portavoz parlamentario socialista, Diego López Garrido insiste en que Baltasar Garzón es un juez independiente. Y es muy cierto. Por eso, el proceso por el que envía a 17 proetarras a prisión se inicie con un informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) asimismo independiente, que, vaya usted saber por qué, seguramente por sorteo, terminó en manos de Su Señoría, y en ese informe se dejaba ver que Batasuna -astutos, los espías del CNI- se preparaba para colaborar con ETA, es decir, para continuar haciendo lo que ha hecho desde hace una década.

La ley no había cambiado, pero la situación política sí. Desde el pasado 6 de junio, cuando ETA rompe la tregua, apenas 10 días después de las municipales, ZP se queda chasqueado, y decide pasarse al extremo opuesto: ser más antiseparatista, antiterrorista, que el mismísimo PP. De ahí las detenciones de dirigentes independentistas.

Ahora bien, la imagen de tres años de negociación con ETA no se borran en tres meses. Por eso, ZP necesita visualizar ante el electorado que él es recio y fuerte ante los terroristas. En otras palabras, el plan consiste en que para diciembre o enero, ya en vísperas electorales, el Gobierno ilegalice a Acción Nacionalista Vasca (ANV), aprovechando otro papel del CNI, unas palabras de Fernando Barrera o cualquier otra excusa. El caso es demostrar que, ahora sí, ZP es duro con ETA.

Después de las elecciones será otra cosa. Él mismo insiste en que la negociación con ETA no fue un fracaso y que volverá a intentarlo.