Nueva desautorización de Zapatero a su vicepresidenta económica, Elena Salgado. Lo hacía en la mañana de este lunes, desde Shangai. El presidente insistía en el impuesto para ricos. Las innovaciones o modificaciones irán en línea de pedir un mayor esfuerzo a quienes tienen más capacidad económica, dice. De esta manera se resucita la idea del nuevo impuesto similar al francés que grave al mismo tiempo la renta y el patrimonio. El llamado Patrimonio 2.0. Este sí que tendría capacidad recaudatoria en contra de lo que sostiene Salgado. Eso sí, resulta injusto, porque ese patrimonio ya tributo cuando se generó la renta correspondiente.
Eso sí, Zapatero insiste en que las modificaciones no serán sustanciales, es decir, no habrá grandes movimientos, ni grandes reformas, sino meros ajustes. Unos ajustes que le permitirán justificarse frente a la izquierda aunque no le apoye los presupuestos.