Sr. Director:
Son muchas las personas con algún tipo de discapacidad que han aportado un valioso legado a la historia: Beethoven, Stephen Hawking, Louis Braille, Francisco Goya, Helen Keller, Gabriela Brimmer, Anne Sullivan, etc...

También en la actualidad, la locutora Belén García Bellón, el viajero Albert Casals, el piloto Isidre Esteve, el cantante y actor El Langui,... junto a muchas otras personas anónimas son ejemplo de espíritu de lucha para vencer la adversidad.

Mantener una ley que admite el aborto bajo el supuesto de tara física o psíquica supone una gran hipocresía: mientras el Gobierno firma la Convención de la ONU sobre los Derechos de los Discapacitados, por otro lado, consiente suprimir la vida de aquellos bebés que podrían nacer con alguna malformación.

Vivimos en una sociedad que con el aborto fomenta el prescindir de las personas discapacitadas. Sea porque opina que no contribuyen a las necesidades de la sociedad, o sea porque considera que suponen una carga para los padres, decide que sus vidas no merecen la pena ser vividas; promoviendo una cultura de desigualdad e intolerancia hacia las personas que no son perfectas.

Si restamos indiferentes ante una sociedad en la que las personas discapacitadas son aniquiladas antes de que nazcan, terminaremos viviendo en un mundo para la élite de los perfectos, tal como pretendía el nazismo.

Debemos aspirar a un nuevo modelo de sociedad que proteja su derecho a la vida; que reconozca su valía y que garantice la dignidad humana, la equiparación de oportunidades, la vida independiente, la accesibilidad universal y la libertad personal.

Vicenç Vila

www.familiaivida.com