El Gobierno aprueba la libre dispensación de la PDD en las oficinas de farmacia

Hasta este lunes el Ministerio de Sanidad estaba ausente en el debate sobre el aborto. Su titular, Trinidad Jiménez, anuncia junto a la ministra de Igualdad, Bibiana  Aído, la libre dispensación de la PDD en las farmacias. La discusión se enmarca, señala Aído, en la estrategia del Gobierno de salud sexual y reproductiva. No está dentro de la ley del aborto, pero forma parte de sus recomendaciones.

Jiménez ha reiterado hasta el hartazgo que la PDD no es abortiva sino anticonceptiva. Y eso a pesar de la evidencia de que la PDD puede impedir la implantación de un óvulo ya fecundado. En la lógica de su falacia, ningún farmacéutico debería oponerse a su dispensación. ¿Tanta tolerancia cero por parte del Ministerio hacia los farmacéuticos objetores?, preguntamos. La Trini no contesta.

Por lo demás, no habrá barrera para el acceso a la PDD por parte de menores. Jiménez reitera otra mentira: la PDD no tiene ningún efecto adverso. Sin embargo, el pelotazo hormonal de la PDD, puede tener multitud de efectos adversos sobre mujeres maduras, según señalan los prospectos. Pero es que en el caso de las menores, el prospecto desarrollado (al que sólo tienen acceso los farmacéuticos) advierte que sus efectos no están estudiados. La zorra cuidando del gallinero. ¿Quién es el irresponsable sanitariamente?