Sr. Director:
Estoy asistiendo con cierta perplejidad al absurdo debate, mejor sería llamarlo juego de niños, sobre la tercera hora de castellano en Cataluña.
Estos comportamientos, además de mostrar la falta de visión de estado que muestran nuestros políticos, llevan a preguntarme. ¿A quién perjudica más la no ejecución de la tercera hora en castellano? Seguro que no a la nueva burguesía pseudo progresista catalanista sino a los de siempre, a los mismos que las crisis y otros desastres les fustigan con más saña: la parte de la sociedad con más dificultades para abrirse paso en otras circunstancias.
De estos, algunos tienen recursos -no me refiero sólo a los económicos- para paliar ese desatino; otros, intoxicados por la política nacionalista-lingüística, no se han ni percatado del descalabro cultural que está sucediendo. ¿A quién beneficia más la no ejecución de la tercera hora en castellano? A la política intolerante y fanática, a la cual la cultura y el conocimiento del idioma castellano le importan un bledo.
Es de sobra sabido que el bilingüismo es una gran ventaja para el aprendizaje de más lenguas, pero ¿qué más da la cultura? Politicémoslo todo. ¿De verdad "no ens entenen"? Yo tampoco. ¿"No ens volen"? Creo que es al contrario, "no els volem".
José Morales Martín
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