El fabricante de coches alemán Volkswagen ha anunciado el recorte de un 30% de sus costes laborales por el descenso de la demanda en China. Una excusa como otra cualquiera para explicar el exceso de capacidad productiva y la necesidad de meterle mano a la tijera en los costes laborales.
En anuncio ha sido muy genérico. No hay nombre ni apellidos, ni tampoco se habla de despidos. La compañía pretende, de esta forma, presionar a los sindicatos para negociar unas condiciones más acordes a la nueva situación de mercado. Pero también es una "luz ámbar" para los empleos en SEAT.
Porque los landers alemanes que se sientan en el Consejo de Administración de Volkswagen en calidad de accionistas, probablemente no avalen el recorte de plantilla en los 176.000 puestos de trabajo que la compañía tiene en Alemania. España tiene costes laborales más baratos. Pero es España. Además, la vaca de la subvención parece agotada. El malestar acecha por la esquina.