- Meriam Yehya Ibrahim fue condenada también a cien latigazos por supuesto adulterio.
- El marido Daniel Wani, que goza del doble pasaporte sudanés y estadounidense, se queja de la falta de ayuda de la embajada estadounidense para obtener la libertad de su mujer, encarcelada junto a su hijo de veinte meses.
- Wani, junto a los abogados de su esposa, ha afirmado que recurrirá para que no se ejecute la sentencia capital.
Por eso, Meriam Yehya Ibrahim, la mujer cristiana de Sudán embarazada de ochos meses ha sido condenada a muerte por apostasía y a cien latigazos por adulterio. Lo último que se ha sabido que está encadenada por los tobillos ya que por primera vez el marido, Daniel Wani, ha tenido la posibilidad de visitarla en la cárcel, y ha visto las condiciones en las que vive desde el 17 de febrero, cuenta Religión en Libertad.
"Sus piernas están hinchadas. Es ultrajante, visto que está embarazada de ocho meses y medio", ha declarado a los medios de comunicación estadounidenses Tina Ramirez, directora ejecutiva de Hardwired, grupo que lucha contra la persecución religiosa en el mundo y que está ayudando a Wani. El marido, que goza del doble pasaporte sudanés y estadounidense, ha solicitado varias veces, inútilmente, la ayuda de la embajada estadounidense en Sudán para obtener la libertad de su mujer, encarcelada junto a su hijo de veinte meses.
Meriam ha sido condenada por apostasía el 15 de mayo: la doctora, de 27 años, fue educada como cristiana por su madre, pues el padre musulmán la abandonó cuando ella tenía seis años. Pero el hermano, junto a los tíos paternos, la ha acusado de haber crecido como musulmana y de haberse convertido posteriormente al cristianismo. Además, Martin, el hijo de veinte meses de Meriam, está en la cárcel con ella y el padre no puede tener la custodia.
Wani, junto a los abogados de su esposa, ha afirmado que recurrirá para que no se ejecute la sentencia capital. Mientras tanto se ha quejado del hecho de que la embajada estadounidense nunca le haya ayudado a resolver el caso judicial. Ayuda que esperaba visto que su hijo Martin está en la cárcel y es, a todos los efectos, un ciudadano estadounidense.
Como ha declarado, "he dado a la embajada todas las pruebas que me ha pedido para demostrar que Martin es un ciudadano estadounidense. He llevado el certificado de nacimiento, mi certificado de matrimonio y los resultados de ADN de mi hijo, que han sido enviados a los Estados Unidos para ser verificados. Pero me han cerrado la puerta en las narices".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com