Con motivo de la última Navidad me vino a la cabeza la siguiente reflexión.
Todos los que nacieron antes que Jesús y todos los que hemos nacido después de Jesús, estamos marcados por lo que sucedió en Belén, porque en su carne estaba y está el significado del mundo, el sentido y la satisfacción de lo que hacemos cada día.
El niño que nos nace hoy es la forma que tiene Dios de expresar su infinita ternura por cada hombre. Dios al nacer hoy en la carne nos dice: "no sois fruto del azar o de la necesidad, cada uno de vosotros ha sido querido y amado desde la eternidad".
Eso es lo que significa la Navidad, las luces, los regalos y la fiesta. Hemos sido queridos y somos queridos, por el Dios que hace todas las cosas.
Por eso que responsabilidad tienen los que no permiten a nacer a tantos niños que son queridos por Dios.
Enric Barrull Casals