Tras la Ley Antitabaco y la elevación de la fiscalidad sobre el tabaco, las compañías han ido practicando de manera correlativa una agresiva campaña de recorte de precios que ha encendido los ánimos de los estanqueros. Evidentemente, el objetivo del gobierno de frenar el consumo no quedaba garantizado desde el mismo momento en que todos bajaron los precios. ¿Se plantea el gobierno una subida de la fiscalidad del tabaco? No lo contemplo, respondió recientemente el vicepresidente económico.
Pero héte aquí que llega el momento de convalidar el decreto de subida del impuesto sobre el tabaco y un fallo del PSOE evita su aprobación. Su portavoz se equivocó o no- a la hora de convalidar, por lo que sería necesario que el decreto volviera a ser aprobado por el Consejo de Ministros.
Pero al regresar técnicamente al Consejo de Ministros, se aprovecha para hacer lo que ayer se negaba. Ayer Solbes decía que era el mercado quien fijaba el precio y que por tanto no iba a intervenir en la fiscalidad para corregir la caída de los precios y hoy este viernes- Economía aprueba un Real decreto ley que modifica los tipos impositivos sobre el tabaco. Sube el impuesto ad valorem, pero sobre todo, sube el supo específico en 4 euros, o sea, se duplica, exactamente lo que estaban pidiendo las compañías tradicionales para combatir a las compañías de bajo coste. De esta forma, el gobierno se garantiza que cualquier cajetilla soportará una tributación de impuestos especiales de al menos 1,1po euros por cajetilla.
Además, se calma a los quiosqueros a los que se eleva temporalmente la comisión que perciben. Y ya puestos, se trata de calmar a los quiosqueros autorizándoles a revender tabaco, siempre que cuenten con la autorización administrativa permitente y a través de las máquinas situadas en su interior. Todavía no entendemos para qué se les exige que tengan una máquina en el interior, pero quizás el presidente del gobierno nos informe del detalle algún día. Quizás el mismo día que revele los detalles del pacto con Más en relación al Estatut o que nos facilite la información que le permiten albergar las expectativas de paz.