La mayor empresa hotelera española, y una de las primeras del mundo, Sol Meliá, ha resucitado el ya olvidado sistema de retribución de directivos mediante acciones sobre opciones. No se trata de las clásicas stock options, pero tiene el mismo sentido: Se liga la retribución de los directivos a la retribución de la acción.

 

Vuelve así el sistema que provocó tantos escándalos a finales del pasado siglo, especialmente, por lo que respecta a España, en la Telefónica de Juan Villalonga. Con este sistema, la buena marcha de una empresa sólo tiene un termómetro: la cotización bursátil. Ni tan siquiera el beneficio. Lo que no deja de ser una tentación para convertir a todo tipo de empresas en una especie de financiera pendiente de la evolución de los ratings y de lo que digan los analistas.