Sr. Director:

Parece que el Gobierno de Portugal está poniendo todo tipo de trabas al amarre en sus puertos del llamado "barco del aborto", un barco holandés perteneciente a la organización "Mujeres sobre las olas", que, pese a tan poético nombre, se dedica a practicar abortos en alta mar cerca de aquellos países donde las falsas "surferas" consideran que no se ejecuta el suficiente número de abortos que correspondería a una nación civilizada, progresista y moderna.

 

Conociendo la exquisita basura que genera una actividad tan humanitaria como la del barco del aborto, no hay duda de que un agradecido cortejo de tiburones acompañará habitualmente las salutíferas travesías de la embarcación holandesa. Pues bien, ¿qué culpa tienen estos escualos para suprimirles de su dieta sus diarias raciones de tiernísima y jugosa carne humana? ¿Nadie va a protestar por este terrible atentado dietético contra unas inocentes criaturas marinas? No hay derecho.        

 

Miguel Ángel Loma

MALOMA@teleline.es