Pelea diplomática muy poco diplomática. Aunque no es posible que el primer monarca en ser recibido por el nuevo presidente norteamericano, Barack Obama, sea Isabel II de Inglaterra, lo cierto es que Juan Carlos I de España aspira a podio y se ha encontrado con el enemigo interno: con el presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, que, como él mismo recuerda a cada momento, ha llegado su hora, con un presidente progresista en la Casa Blanca. ZP ya ha declarado que la internacional progresista es impensable sin la colaboración de Estados Unidos.
En concreto, ZP pretende consagrar su Alianza de Civilizaciones con el apoyo de Barack Obama.
Ahora bien, en Zarzuela recuerdan sus méritos. Fue Su Majestad quien templó gaitas entre George Bush y ZP para que al menos, las relaciones no se desbordaran, tras la retirada de las tropas españolas de Irak.