El derecho a la libertad de expresión es para algunos poder insultar, ofender, calumniar y hacer mofa de todo lo divino y humano, a veces con el matiz de la pornografía. Y eso está ocurriendo ahora con la figura divina y santa de Jesucristo, con la de su Madre la Santísima Virgen María y con la de sus ángeles. Este espectáculo bochornoso puede verse en el ordenador.
A mí me gustaría que esos individuos que cometen tales canalladas, tuvieran la valentía a cara descubierta de explicar por qué hacen eso. En qué ennoblecen y perfeccionan al género humano, a la sociedad y a la ideología, a la que pertenecen. Pero no lo harán no, porque son unos cobardes, que están ayudados por otros que les apoyan con medios y con tecnología al servicio del mal.
Cuando mataron a Jesús de Nazaret, Él pidió a su Padre que los perdonara "porque no saben lo que hacen". Pero en estos tiempos la maldad si sabe a la perfección lo que pretende hacer. Quiere acabar con el cristianismo con la Religión del amor, de la paz, con la única que trata al hombre con respeto elevando su dignidad hasta hacerlo hijo de Dios, con la única que tiene como fundador al mismo Dios hecho Hombre.
Son dos mil años de Iglesia, de predicar la Verdad, con la frase de Jesús "La Verdad os hará libres", y aunque muchas veces los cristianos no hemos dado la talla, no hay doctrina más hermosa, ni noble, ni más digna, ni más consoladora, ni que produzca una felicidad en el hombre, pero felicidad de la buena, no de la carcajada y vacío interior, que el Cristianismo
Cristo ayer, hoy y siempre. Los temporales no podrán derribarla, ni hundirla, aunque haya gente que como no saben ni tienen capacidad mental para atacarla con las ideas o con la palabra, lo hacen con lo único que poseen, el instinto del mal, en su faceta más animalesca, la pornografía.
Pobres criaturas, son de lástima porque en su ignorancia o en su mala fe, están desperdiciando un tesoro, que es de ellos también.
Y, para terminar un ruego a estas pobres gentes. No se os ocurra hacer lo que habéis hecho con Jesús, María y el Ángel, con otras religiones menos tolerante. Pero no hay cuidado, vosotros en vuestra cobardía sabéis que los cristianos perdonamos y los otros no.
Piedad Sánchez de la Fuente
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