Eran pocos en casa Ferraz y paró Sevilla. El "affaire" Carod todavía mantiene temblando los cimientos del socialismo español cuando Jordi Sevilla decide romper la baraja en el siglo XXI. Tenía orden de silenciar sus críticas, pero vista la falta de autoridad que se vive en casa "Bambi", ha optado por verbalizar sus críticas. Asegura que el PSOE no propone recorte fiscal alguno, en abierta contradicción con el permanente mensaje de Sebastián: "Rebajar impuestos también es de izquierdas".

Pero, por si no había quedado claro, el Secretario de Política Económica del PSOE, dirige sus dardos contra la reforma alemana. Asegura Sevilla que rebajar impuestos a los que tienen más recursos y recortar el gasto social "no es una política progresista". En su opinión, este programa económico, escasamente izquierdizante, es el que está anestesiando al electorado socialista. "Necesitamos hacernos creíbles como agentes de cambio", sentencia Sevilla que hace algunas semanas había afirmado que "era el tiempo de los políticos, no de los contables". 

Es decir, que Sevilla contempla cómo al PSOE se le escapan las elecciones y decide saltar a la arena para tratar de recuperar a su electorado. Pero el Comité de Notables persiste en su doctrina "social-reformista". El Comisario Europeo de Economía, Pedro Solbes, defendió la reforma alemana y pidió tiempo para observar sus efectos. Y el "contable" de Miguel Sebastián aseguró que España crecería entre un 3 y un 4%, si gobernara el PSOE.