- El titular de Industria asegura que el crédito volverá a fluir en la segunda mitad del año.
- El presidente de ANFAC asegura que el sector puede crear 72.000 empleos si recibe ayudas gubernamentales.
- Y pide al Ejecutivo la apertura de las ITVs.
El desayuno de este martes organizado por Nueva Economía Forum se ha convertido en una cumbre del sector automovilístico español. Junto al ministro de Industria, José Manuel Soria, que ha presentado al ponente, el presidente de ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, y de Ford España, José Manuel Machado (en la imagen), estaban los máximos dirigentes de Iveco España, Citröen y Toyota, entre otros.
Durante su intervención, el ministro ha reconocido que el Plan PIVE y el plan de incentivos al vehículo eficiente no son suficientes para salvar al sector. Para lograr un aumento de las ventas hace falta, según Soria, sumar los esfuerzos del propio sector, del Gobierno y lo que ambos puedan hacer en Europa.
En eso, todos de acuerdo, incluso en admitir que el PIVE no es suficiente, aunque ayuda. Por eso, el presidente de ANFAC ha manifestado que el sector es capaz de crear hasta 72.000 nuevos empleos, siempre y cuando el Ejecutivo acceda a sus peticiones, recogidas en el 'Plan 3 millones', cuyo objetivo es lograr esta cifra de fabricación de vehículos en 2015, y a 1,5 millones vendidos en España ese año. Algunas de las peticiones son la rebaja de los costes energéticos y de los dedicados a la logística.
En el turno de preguntas, han planteado al ministro la necesidad de que fluya el crédito, sobre todo para facilitar la compra de camiones. El titular de Industria no ha dudado en afirmar que el crédito volverá a fluir a partir de la segunda mitad de este año. A que no.
Otra petición del sector: la apertura de las ITVs. Sí, de ese negocio tan rentable para las empresas concesionarias del servicio y para las propias comunidades autónomas que lo licitan. No en vano es un negocio de sopa boba, en el que, además, si hace falta, se cambia la legislación para hacerlo más rentable. Por ejemplo, en lugar de tener que hacer la primera revisión a los cinco años de la primera matriculación, se modifica y se obliga a hacerla un año antes. Y todo, claro está, por el bien de los ciudadanos y su seguridad.
Dicho esto, la liberalización de las ITVs no está mal, pero mejor sería suprimirlas definitivamente. Seguro que muchos automovilistas lo agradecerían.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com