Lo que está claro, es que la broma de la CAM no les saldrá a los españoles por menos de 30.000 millones de euros. El BBVA sólo quiere Catalunya Caixa. Encima, Moody's amenaza a la banca europea y la curva de intereses de la deuda destroza los balances bancarios.
Al final, a la subasta de la CAM sólo accedió el Sabadell. Se podía suponer que con ello se adjudicaría directamente la entidad levantina pero no parece probable. En primer lugar, Santander-Banesto y Caixabank se retiraron a última hora, a pesar de que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, les insistió en que no lo hicieran. Como ya hemos dicho, el principal problema con el que se encuentra ahora la reforma financiera es su propio director, MAFO, al que ya nadie respeta en el sector, sobre todo por la lentitud y los zigzagueos con los que ha ejecutado dicha reforma.
Pues bien, ahora la tentación consiste en declarar desierta la subasta y trocear la CAM. Santander y Caixabank presionan en ese sentido mientras cada vez se oyen más voces, vaya usted a saber de quién, que aseguran que el Sabadell de Josep Oliú pide demasiado. Un brindis al sol, porque lo que está claro es que la CAM les va a salir a los españoles por cerca de 30.000 millones de euros, liquidez aparte.
Por lo demás, el papelón de realizar una subasta y alargar la solución definitiva en el tiempo, para luego negarle la venia al mejor postor y torear la entidad es algo que merece la dimisión inmediata del coordinador, el gobernador del Banco de España. Dimisión que no le acepta Rajoy en periodo de interregno.
Y todo ello, en vísperas de darle solución definitiva a otras asignaturas pendientes como Catalunya Caixa, Novagalicia Banco, Unnim y los que vengan detrás... que vendrán.
¿Y el BBVA? Ya ha dicho que sólo acepta Caixa Catalunya.
Y todo ello en medio de un proceso de recapitalización -asimismo innecesario, pero había que obedecer a Europa- que se les está atragantando a los bancos españoles, incluidos Santander y BBVA.
Y todo ello combinado con una deuda pública española que ya ha entrado en curva invertida, es decir, con los tipos a corto por encima de los tipos a largo, un síntoma manifiesto de bancarrota. Algo que tiene su importancia, porque la banca no logra captar pasivo con la competencia que le hace la deuda pública.
De postre, la agencia Moody's amenaza con rebajar la calificación a 87 bancos europeos, de ellos 21 españoles. Esto marcha.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com