Y la de pago respira hondo
El paisaje urbano de Madrid había cambiado en la mañana del miércoles 1 de agosto, las estaciones de metro, de cercanías e intercambiadores de autobuses más céntricas no estaban rodeados por un enjambre de repartidores de prensa gratuita. De hecho, sólo el más antiguo en la plaza, el diario Metro, ha decidido salir a la calle en agosto. Todos los demás, se han tomado vacaciones. Y los medios de pago han respirado hondo. La crisis de la prensa de información general es mucho más grave que el estancamiento que reflejan los institutos de medición. Porque ese estancamiento no es más que la media aritmética entre el bajón de los de pago de lunes a viernes –que es cuando se reparte la gratuita. De hecho, las ventas de los grandes rotativos tan solo se mantienen el sábado y el domingo.
No sólo eso, sino que el descenso de ventas es mucho más acuciante en las grandes ciudades que en las pequeñas poblaciones. La razón es muy sencilla: en las grandes ciudades están todos los medios gratuitos de información general, deportivos, etc- mientras que en las pequeñas poblaciones algunas cabeceras aún no han llegado.
Por cierto, también practica el parón estival el gratuito económico Negocios. Y quizá se trate de un grave error.