Javier Monzón, presidente de Indra, es el eterno candidato a todo. Lo fue a la consejería delegada de Telefónica, lo fue a la consejería de Repsol y ahora lo es a la consejería delegada de ACS-Dragados. Pero ya puestos, también era candidato a la Presidencia del Círculo de Empresarios, al frente del cual abandonará el mando Manuel Azpilicueta a finales del próximo mes de marzo. Lo cierto es que fue el propio Azpilicueta (consejero retribuido de Indra) quien propuso a Monzón, pero dos ex gobernadores del Banco de España, José María Lóprez de Letona y Álvarez Rendueles, pusieron el veto.
Por eso, surgió un segundo candidato, el presidente de Siemens, Eduardo Montes, que también está en situación de pase a la reserva, si los alemanes le tuercen el pulso y consiguen que se quede como presidente, menos ejecutivo, del sur de Europa.
Por último, queda Claudio Boada, ya fuera de Lehman Brothers. Ahora bien, se está planteando la posibilidad de que el presidente del Círculo, no sea un cargo honorífico, sino retribuido, como el de presidente de la patronal CEOE. Bueno, en ese caso, los candidatos se multiplicarán, porque el honor y la gloria intelectual son agradables, pero el dinero aún lo es más.