Diversos expertos en teología y religión han señalado que la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) son un escenario adecuado para que los jóvenes "reafirmen su identidad cristiana".
En este sentido, han indicado que para "aumentar la eficacia" de estos actos habría que enviar un mensaje "sin eufemismos" y acompañarlo de un "empeño formativo" durante todo el año. Ante estas indicaciones me pregunto: ¿seremos capaces los adultos de enviar este mensaje, al menos con nuestra oración?
Alguno ha indicado que "la juventud europea carece de formación religiosa auténtica" y que "paradójicamente, esta situación tiene lugar en un contexto de abundantes 'religiosidades" porque "se toma como religiosidad lo que la música rock busca transmitir, lo que el 'new age' difunde o el 'mensaje espiritual' de una película". "La fe cristiana, en cambio, con sus contenidos, sus exigencias, y su espiritualidad, frecuentemente no se propone a la juventud de modo adecuado y convincente, quizá por pensar que no sería bien acogida". De momento la convocatoria ha tenido muy buena acogida. He pasado tres viendo las calles de mi ciudad invadida por jóvenes italianos. Madrid esta inundada de jóvenes. Parece que empezamos bien.
Jesús Martínez Madrid
