Sr. Director:
El agobio no es más que estar en lo que tengo que hacer a continuación para no estar de lleno en lo que hago en cada momento.

 

Se puede decir que una persona agobiada es el que nunca está en lo que tiene que hacer, probablemente porque está sobrecargado con muchísimas tareas y tiene la esperanza de llegar a todas ellas. Yo, también como todo ser viviente, me veo en más de una ocasión agobiada, entonces me viene a la memoria una frase que solía repetir San Josemaría y que reza: Haz lo que debes y está en lo que haces. Y es que las prisas son unas de las experiencias más comunes de estos tiempos.

Es muy agobiante conversar con una persona que cada tres frases emite el lamento: ¡Qué agobio! Sin percibir el alcance de su insistente spot, amarga la existencia del que le escucha y el de la suya propia. Pero, ¿qué es el agobio y por qué nos agobiamos? ¿Qué nos pasa? Ya Ortega y Gasset dijo que no sabemos lo que nos pasa, y eso es lo que nos pasa.

Hoy por hoy la gente corre, corre sin ningún tipo de rumbo, sin saber hacia dónde. Tenemos que aprender todos a disfrutar más con lo que hacemos, con nuestro trabajo, con nuestra familia y con lo cotidiano de cada día.

A Viktor Frankl le gustaba citar a Nietzsche: Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo. Así, que si lo pensamos, verdaderamente todos tenemos un por qué para vivir. Dejémonos de agobios y con ello tampoco agobiaremos a los demás.

Elena Baeza