- El grupo pierde un 154% más pero su presidente gana un 180% más.
- Y tiene derecho a vivienda aunque -pobre Janli- el alquiler no puede superar los 4.100 euros mensuales.
- Cebrián inventa el 'variable asegurado': si no cumple los objetivos no pasa nada porque cobrará, en metálico, un mínimo de 600.000 euros. Acciones aparte.
- Al mismo tiempo el grupo continúa con los ajustes de personal: plantea el tercer ERE en la SER para 300 trabajadores y con rebaja salarial del 20%.
El grupo PRISA vive dos realidades completamente distintas. Una, la de sus directivos, encabezados por su presidente, Juan Luis Cebrián (en la imagen). Y otra, la de los trabajadores.
Para entendernos: los resultados del grupo en 2013 fueron desastrosos. PRISA perdió 648,7 millones de euros, un 154% más que en 2012. Pero esto no ha sido obstáculo para que Cebrián gane un 180% más que en 2012. Ese año, el bueno de Janli renunció al variable y 'sólo' ingresó 1,17 millones de euros. Renunció al variable, sí, pero es que en un año antes, en 2011, se llevó más de 7 millones de euros por ese concepto.
Sea como fuere, en 2013, la retribución del número uno de PRISA ha alcanzado los 3,37 millones de euros, contando los 1,2 millones de la aportación anual a su plan de pensiones. En definitiva, ha ganado un 180% más. Y eso perdiendo un 154% más. ¡Qué barbaridad! Por cierto, en caso de despido, Cebrián se embolsará, al menos, 4,8 millones de euros, correspondientes a las cuatro aportaciones del plan de pensiones que van desde 2014 a 2018.
Pero no se preocupen, que si les parece poco aún hay más. El pobre Janli, que posee un casoplón en La Moraleja que ha intentado vender por 20 millones de euros, no se quedará en la calle a pesar de que lleva tres meses separado de su mujer. La empresa se compromete a pagarle una vivienda en Madrid. Eso sí, el alquiler no puede superar los 50.000 euros anuales, esto es, unos 4.100 euros al mes. Tremendo.
No contento con todo esto, Cebrián se ha inventado el 'variable asegurado', esto es, si no cumple los objetivos no pasa nada, porque cobra un mínimo de 600.000 euros. Es lo que ha sucedido en 2013. A Janli le correspondían 378.944 euros en metálico -no ha cumplido todos los objetivos-, pero, según el documento remitido a la CNMV, ha cobrado 600.000, que es el mínimo acordado en su nuevo contrato de enero de este año. Por cierto, en acciones se ha llevado 568.415 euros. Lo que no sabemos bien es qué objetivos son los que ha cumplido para merecer este botín.
En cualquier caso, mientras Cebrián se piensa si le merece la pena mudarse a un ático en la Castellana pagado por la empresa, la dirección del grupo plantea el tercer ERE en la SER, que afectará a unos 300 empleados. Además, el expediente incluye una rebaja salarial que puede llegar al 20%. Lamentable.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com